domingo, 16 de marzo de 2008

La Sonrisa de los Siervos




La Satisfacción del dueño es el paraíso del señor. Nuestros oídos tiemblan como un arpa, al son de la orden. Sentados y tapiados están nuestros labios todo el tiempo. Excepto para decir:
"No señor. En seguida señor. Cierto señor. Quédese tranquilo, yo no he visto nada...señor"


No hay comentarios: